Cada vez que nos comunicamos, nos encontramos con dos aspectos que resultan críticos: Lo que decimos y lo que el otro interpreta de lo que decimos.
En general, creemos que la otra persona por el simple hecho de oírnos va a interpretar literalmente lo que decimos. Pensamos que la claridad radica en el uso adecuado de las palabras y en la especificidad de los conceptos. Si bien la claridad y la especificidad son claves para una comunicación efectiva, no son lo único necesario. El problema surge porque no siempre tenemos en cuenta los filtros con los que nuestro interlocutor nos escucha.
En la comunicación, el poder está en quien escucha. Si queremos comunicarnos efectivamente no bastará con pulir nuestras palabras y aclarar nuestras ideas. También necesitamos generar la empatía necesaria en el otro para que nos escuche desde el lugar que necesitamos.
No somos islas y todos somos diferentes. Cada persona percibe las cosas a su manera y a partir de sus experiencias, educación, necesidades, deseos, etc.
Quizás por eso resulte ilusorio pretender una comunicación perfecta. No obstante, podremos disminuir notablemente nuestros desencuentros cuando podamos reconocer las sorderas propias y ajenas.
(extracto de un artículo de Ariel Goldvarg)
Em el taller de ESCUCHA EFECTIVA que convocamos para este sábado, 28 de mayo, proponemos el siguiente contenido:
Los modelos mentales
Oír versus Escuchar
El enfoque de la Ontología del Lenguaje
– Respeto
Elementos que afectan a la escucha efectiva
– Elementos que facilitan
– Elementos a evitar
Habilidades para la escucha activa
– Empatía
– Parafrasear y resumir
– Reconocimiento
La expresión oral y facial en la escucha activa
– El valor del silencio
Universales del Lenguaje: Omisiones, Distorsiones y Generalizaciones.
LUGAR: Espacio de Luz – c/ San Antonio – La Laguna
TELEFONO: 639 78 45 78
HORARIO: De 11 a 17 horas.
APORTACIÓN: 55 euros
INSCRIPCIONES: llamando al 639 78 45 78 o escribiendo a sabinacoaching@gmail.com
Como dice Peter Drucker:
«Demasiados piensan
que son maravillosos con las personas
porque hablan bien.
No saben
que ser marvillosos con las personas
significa escuchar bien.»