Desde hace muchos años estoy convencida de que el coaching ejecutivo, enfocado al desarrollo y el desempeño laboral, profesional o de emprendeduría, para que sea verdaderamente efectivo ha de entrar en las profundidades del coaching personal.
Estos días he tenido un caso que lo ejemplifica my bien y así puedo explicar de manera sencilla a lo que me refiero.
Una clienta vino a sesión con la intención de que le resultara más fácil alcanzar los objetivos que le marcan en el trabajo. Después de unos minutos de indagación, empezamos a utilizar los procesos de PSYCH-K® (ella había venido decididamente a una sesión de Coaching de Reprogramación, pues había dejado claro quería balances de PSYCH-K).
Comenzamos transformando algunas emociones inadecuadas. En un primer balance transformó la incomodidad, la sensación de presión, de frustración, de culpa, de tristeza que solía sentir en ciertas situaciones. En un segundo balance transformamos la sensación de obligación y, sobre todo, de miedo al fracaso que también experimentaba en esas situaciones.
En PSYCH-K se dice que primero hay que quitar el freno (transformar las emociones inadecuadas), para posteriormente apretar el acelerador (instalar la creencia que se quiera).
Así, una vez hechos esos dos primeros balances, la clienta debía construir la frase de creencia que mejor resumiera lo que ella quería.
Y formuló:
«Me siento satisfecha y soy feliz haciendo mi trabajo.»
Procedimos a hacer el balance y, en la parte final, cuando por protocolo se le pide al cliente que si esa frase es verdaderamente la óptima para reflejar lo que ella quiere conseguir, se puso a pensar/sentir, y dijo: «¡No!».
Me gusta mucho más:
«Me siento orgullosa de mi misma, relajada
y feliz en todos los aspectos de mi vida».
Se le había ‘olvidado’ el trabajo y lo que le importaba era su vida.
La situación inicial puede parecer que le afectara sólo al trabajo, pero somos «indivisibles».
De la misma manera que no podemos dejar en casa un brazo o una pierna cuando nos vamos a trabajar, tampoco podemos (ni queremos) limitar nuestro bienestar a los ámbitos laborales o profesionales.
Hay personas que dicen «sólo quiero coaching ejecutivo«, pero yo se que a poco que me consiga ganar su confianza y se abran, acabamos en el terreno personal.
Esta transformación que experimentó mi clienta, cuando yo hacía sólo coaching se podía llevar un proceso de 5 a 10 sesiones. Con el Coaching de Reprogramación (COACHING + PSYCH-K®), la transformación se consigue desde la primera sesión.
Después de nuestro primer encuentro, me comuniqué con ella.
Me dijo que estaba feliz.
Quizá vuelva, para un refuerzo o para resolver otro tema.
Por el momento, un día, una sesión, ha sido suficiente.
Me encanta mi trabajo. Me fascina poder vivir esos instantes de transformación de las personas.
Son instantes mágicos. ¡Y es que con PSYCH-K es tan fácil!
Me siento honrada por poder aportar mi granito de arena a la vida de las personas, a su felicidad.
Sesiones individuales, presenciales o por skype
(+34) 639 78 45 78 – info@sabinacoach.com
PARA RECIBIR REGULARMENTE MI BOLETIN
DEJA TUS DATOS EN EL FORMULARIO QUE ENCUENTRAS
EN LA BARRA LATERAL.