En teoría, todos sabemos lo importante que es centrarse en lo positivo, pero en muchas ocasiones, a la hora de verdad, nos despistamos o nos olvidamos o funcionamos en automático.
Y esto lo digo tanto por los clientes y coachados que tienen sesiones o abren procesos conmigo o con otros compañeros, como por los profesionales del desarrollo humano –especialmente por los que estén empezando-, quienes quizá se puedan sentir frustrados o inseguros en determinado tipo de situaciones.
Voy a poner un ejemplo, que así seguro se entiende mucho mejor.
Hoy, al comenzar a whatsappear con un cliente haciéndole seguimiento, me escribe:
– “Estoy un poco perdido. Quiero hacer, pero el trabajo y tantas cosas me tienen absorbido. Tengo que encontrar la fórmula para salir de ese estado.”
Me sorprendió, pues la referencia anterior que había tenido de esta persona había sido muy positiva y le dije:
– “Háblame, por favor, de las cosas que han mejorado.”
Y…, ¡atención a su respuesta!, porque si yo no hubiera recibido el mensaje en el mismo hilo de conversación, incluso podría haber pensado que se trataba de otra persona o, al menos, de otra situación y de otro momento en el tiempo.
– “Estoy nadando media horita por la noche en casa. No puedo hacer más. Después duermo dos horas y me voy a trabajar. A pesar de tanto esfuerzo, me sorprende la energía con la que me voy. (…) Después de la sesión, mucha energía y mucho de todo. En casa me preguntan que qué pastillas estoy tomando.”
A ti que estás leyendo, si te imaginas dando/pensando la primera respuesta que recibí, ¿cómo te sientes?
(CIERRA LOS OJOS Y SIENTE).
Y si te imaginas escribiendo/conectando con la segunda respuesta, ¿cuál es la reacción de tu cuerpo
(CIERRA LOS OJOS Y SIENTE).
Creo que huelgan las explicaciones, pero a decir verdad, yo soy la primera que, por haber estado muchos años acostumbrada a pensar en negativo, a pensar en lo que me falta, en lo que no ha llegado o en lo que perdí…, a veces, todavía hoy, me descubro teniendo pensamientos inadecuados, desmotivadores, limitantes, desempoderadores, pensamientos que me bajan la energía y cambian mi emocionalidad.
Cuando resulta que, en ese mismo instante, en esa misma circunstancia, puedo dirigir mi atención a lo que sí tengo, a lo que ya ha cambiado, a lo bueno que estoy sintiendo…, y entonces mi experiencia resulta ser totalmente diferente: agradable, ilusionante, capacitante.
Sirvan estas palabras para que tú -si lo estás leyendo desde el rol de profesional novel-, nunca te quedes con la primera respuesta que te de un cliente. Pregúntale por lo que ha mejorado en su vida desde que tuvo la sesión contigo, llévale a que se focalice en lo positivo. Por inercia, su tendencia puede ser continuar en el lamento o en el queja. Y tú puedes quedarte frustrado y darle paso a la inseguridad. Los seres humanos somos animales de costumbre y lo más habitual es reaccionar desde lo conocido.
Con tu pregunta orientada a lo positivo, además de hacerle caer en la cuenta de todo lo bueno que ya está sucediendo en su vida -he comprobado que muchas veces los clientes no son en absoluto conscientes de su evolución-, le estás facilitando que cambie su emocionalidad y que conecte con estados de ánimo potenciadores.
Y si lo estás leyendo sin más, ten presente lo determinantes que son tus pensamientos. Y recuerda que tú los puedes elegir y que, en función de cuál sea tu mirada, así será tu percepción de la realidad y, consecuentemente, tu realidad.
Si piensas que el mundo está en crisis, sólo te llegaran malas noticias, problemas, situaciones relacionadas con la escasez y los malos rollos.
Si piensas que el mundo es maravilloso, sólo verás sonrisas, recibirás buenas nuevas, te sentirás abundante y los problemas los convertirás en oportunidades para aprender y crecer.
TÓMATE UNOS MINUTOS Y RESPONDE A ESTAS PREGUNTAS:
– A partir de AHORA, ¿qué eliges pensar?
– ¿Qué se te ocurre que puedes hacer para tomar consciencia de que estás teniendo pensamientos inadecuados?
– Cuando lo descubres, ¿qué te comprometes a hacer en ese momento para cambiarlo?
La mente, como si de un músculo se tratara, se puede entrenar.
Decide empezar ahora…, a observarla y a entrenarla.
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